El parque reformado se convierte en un espacio verde, accesible, polivalente e integrado en Igartza
Mediante la participación ciudadana se revitaliza una zona degradada y se adapta a las necesidades de las y los beasaindarras
Atendiendo a la importancia de las obras de mejora y mantenimiento, el Ayuntamiento ha cumplido con el objetivo de revitalizar el parque Dolarea, una zona marginal y degradada. Siguiendo la filosofía de la Acupuntura urbana, la intervención en este espacio le ha dado visibilidad y valor añadido y se ha convertido en un lugar de esparcimiento. Tras un proceso de participación ciudadana que marcó las líneas maestras del proyecto, hoy se declarado la apertura de uno de los grandes hitos del Plan de Legislatura 2019-2023 del gobierno municipal. Así lo ha manifestado la alcaldesa Leire Artola. "Este parque, construido en los años 80, estaba totalmente desfigurado y con esta transformación lo hemos recuperado para la ciudadanía", ha resaltado.
Artola ha estado acompañada en la apertura del parque por el presidente del departamento de Territorio, Adur Ugartemendia. Según ha explicado, "A falta de completar algunos últimos retoques, el Parque Dolarea está abierto para que las y los más pequeños disfruten de los juegos de agua mientras la climatología lo permita".
La alcaldesa ha señalado que el objetivo principal de la rehabilitación del parque Dolarea ha sido dotar a Beasain de un nuevo espacio público accesible, polivalente e integrado, a un paso del Conjunto Monumental de Igartza. Los criterios que han guiado el diseño del proyecto han tenido como objetivo mejorar la accesibilidad del parque Dolarea, optimizando la distribución de las zonas verdes y poniendo en valor el arbolado. El nuevo espacio ha enriquecido el paisaje urbano de la margen norte del río Oria, recuperando para la ciudadanía una zona anteriormente aislada y degradada.
Espacio polivalente
Adur Ugartemendía ha desgranado las características de los trabajos realizados. En cuanto al diseño renovado, el centro del anfiteatro se ha convertido en un espacio transparente, dotando al parque de una mayor polivalencia. Durante la época estival se han instalado dos fuentes con chorros para los juegos de agua infantiles, que serán retirados en la época invernal.
Así, de octubre a junio se convertirá en una zona propicia para que los niños y niñas que juegan en la zona de Dolarea lo hagan de forma más segura. Además, se ha precisado que se podrá acceder a las zonas verdes. Los representantes municipales confían en la buena voluntad de la ciudadanía para mantenerlas en buen estado.
Juegos de agua sostenibles
Estos juegos realizan un consumo responsable de agua, ya que se abastecen de agua reutilizada en un circuito cerrado gracias a un sistema de filtración, evitando el consumo de miles de litros de agua.
Además de este sistema de reutilización, aunque el suministro de agua esté abierto, para la puesta en marcha de los juegos habrá que activarlos manualmente, reduciendo aún más las posibles pérdidas de agua.
Rayas en el pavimento
Las líneas blancas trazadas en el pavimento asfáltico tienen como objetivo representar la conexión entre el parque y el paseo de Igartza Oleta, invitando a la ciudadanía a desplazarse de una zona a otra. En palabras de los arquitectos, también quieren hacer un guiño al carácter beasaindarra, representando la huella del limaco.
Juegos infantiles accesibles y adaptados
Una vez que se puso en marcha la gestión del proyecto, los padres y madres de la asociacion Aspace se acercaron a los representantes del gobierno municipal con la propuesta de incorporar juegos infantiles accesibles al proyecto. De hecho, en general son relativamente escasos los juegos adecuados a los diferentes niveles de discapacidad que se encuentran actualmente en el municipio.
Tras un proceso de reflexión, el gobierno municipal consideró enriquecedora la propuesta y ha previsto y provisto un espacio en un llano del parque para ubicar estos juegos. Se está completando el diseño definitivo y se espera disponer del espacio en la primavera de 2022.
