La muestra ‘Errefuxiatuak: nostalgia, memoria y exilio’ instalada en Igartza por Diputación y Ayuntamiento explora las similitudes entre las migraciones actuales y fases históricas en las que el pueblo vasco ha buscado refugio en el mundo
La exposición Errefuxiatuak: nostalgia, memoria y exilio explorará a partir de hoy y hasta el 12 de diciembre en el palacio Igartza de Beasain las similitudes entre la realidad actual de las migraciones y las fases históricas en las que el pueblo vasco ha buscado refugio en el exterior. La muestra fotográfica, organizada conjuntamente por la dirección de Derechos Humanos de la Diputación de Gipuzkoa y el Ayuntamiento beasaindarra, recoge un total de 65 elementos gráficos que retroceden hasta la II Guerra Carlista y, principalmente, a la Guerra Civil, para después dar a conocer imágenes actuales de personas refugiadas y realidades migratorias que se están dando hoy día en lugares como en Siria y en el Mediterráneo.
“A veces se nos olvida que alguna vez también tuvimos la necesidad de ayuda. Hoy día, la situación social, política y económica precaria de muchos países, así como las devastadoras guerras, también empujan a millones de personas a dejar atrás la vida en su tierra y pedir refugio en lejanos países”, ha recordado el director foral de Derechos Humanos y Cultura Democrática, Ion Gambra, en el acto inaugural celebrado esta tarde en Igartza, en el que también han participado la alcaldesa de Beasain, Leire Artola, y el comisario de la exposición, Juantxo Egaña.
La alcaldesa de Beasain, Leire Artola, ha destacado el papel que juegan las instituciones locales a la hora de ofrecer apoyo a quienes se han tenido que marchar huyendo de sus países. “Nos corresponde actuar con responsabilidad. No es tan lejos que nuestros abuelos y abuelas se vieron obligados a abandonar nuestra tierra por la guerra. La memoria no debería fallarnos. Desde la humanidad, ahora nos toca a nosotros ser generosos con los que buscan ayuda entre nosotros”, ha advertido.
El Ayuntamiento de Beasain cuenta con diferentes líneas de ayudas para las personas refugiadas, así como para jóvenes cooperantes y organizaciones no gubernamentales sin ánimo de lucro del municipio que trabajan en favor de ellas. “Además, ahora mismo estamos trabajando en el nuevo protocolo de acogida para dar la bienvenida a las personas que llegan desde fuera”, ha añadido la alcaldesa. Artola ha añadido que, en ese objetivo de construir una Beasain solidaria, cada año se destina parte de los presupuestos municipales para proyectos de ayuda en países en vías de desarrollo.
Gambra ha subrayado el “carácter solidario” de Gipuzkoa y de Euskadi en su conjunto, una característica que, en su opinión, debe llevar a la sociedad guipuzcoana “a mantener la sensibilidad hacia las personas que buscan refugio, que quieren construir un proyecto de vida en libertad lejos de sus países de origen”. En ese sentido, el director foral ha afirmado sentirse “orgulloso”, como guipuzcoano, de iniciativas como el Aita Mari, las cocinas solidarias de Zaporeak o del trabajo que llevan realizando desde hace tiempo asociaciones como CEAR-Euskadi en el territorio, que merecen “todo el reconocimiento”. “No podemos dar la espalda a las personas refugiadas, al drama humano que se está viviendo todos los días en diversos puntos de Europa, del Mediterráneo y del Atlántico”, ha afirmado, antes de mostrar su confianza en que la exposición servirá para acercar a la ciudadanía esta realidad.
Según ha recordado Gambra, Gipuzkoa “no es ajena” a la dura realidad que afrontan las personas que buscan refugio en Europa, cuya “cara más cruel y trágica” se ha podido comprobar como consecuencia de las muertes registradas en aguas del Bidasoa en los últimos meses. “Tanto la sociedad como las instituciones, en especial aquellas con competencias en cuestiones migratorias, debemos hacer todo lo posible para que hechos tan dolorosos no vuelvan a repetirse en Euskadi, el Estado y ni en toda Europa. Los derechos humanos, la solidaridad y la dignidad humana deberían guiarnos a la hora de atender a las personas que deciden dejar atrás guerras, conflictos y penurias en busca de una vida mejor”, ha completado.
Tres apartados
La exposición, tal y como ha explicado el comisario de la muestra, se divide en tres apartados. En la primera, dedicada a reflejar la memoria histórica de algunas de las migraciones protagonizadas por el pueblo vasco por motivaciones políticas. En esta sección destaca un daguerrotipo reproducido a mediados del siglo XIX en La Habana, que muestra a Domingo Belaustegigoitia, exiliado vasco de la II Guerra Carlista. Además, las y los visitantes podrán observar ilustraciones y portadas de revistas de la época que muestran escenas vividas por ciudadanas y ciudadanos vascos que conocieron los campos de refugiados de Francia y el exilio en la posguerra, así como la II Guerra Mundial.
El segundo apartado, bajo el título Gipuzkoa-Bidasoa, da a conocer la realidad de las personas refugiadas que transitan o que viven en el territorio, mientras que la tercera sección recoge imágenes de Éxodo y de salvamento marítimo en el Mediterráneo. Las fotografías actuales han sido realizadas por autores reconocidos como Andoni Lubaki, Diego Ibarra, Santi Palacios, Ricardo García Vilanova, Javi Julio, Daniel Castro, Juantxo Egaña, Jesús Elosegui, Philippe Gaussot y Arkaitz Saiz.
