Cuenta con tres espacios diferenciados, dos de ellos para la práctica del Boulder y están divididos en dos plantas lo cual hace que está instalación sea única por sus características
El gobierno municipal culmina la propuesta realizada a los presupuestos de 2017 por parte de EHBildu y se ha encargado de la obra la empresa Tarrago
Las y los escaladores locales como comarcales han estrenado el nuevo rocódromo del polideportivo Antzizar. De este modo, el gobierno municipal ha ejecutado el compromiso que adquirió tras la propuesta a los presupuestos de 2017 que realizó EHBildu.
Siendo la escalada un deporte actual y de futuro (será deporte olímpico en los próximos juegos), resulta fundamental disponer de unas instalaciones adecuadas. Por ello, el objetivo ha sido construir unas instalaciones óptimas para dar nuevas oportunidades a todas las personas que deseen tanto iniciarse en este deporte como entrenarse en las mejores condiciones para así disponer de unas instalaciones que dispongan de las necesidades requeridas actualmente. De este modo y tras las consultas realizadas por los técnicos deportivos de Beasain entre deportistas y técnicos comarcales se ha materializado el nuevo rocódromo.
En lo que respecta a la nueva instalación se ha tenido en cuenta el concepto de Boulder actual; el entrenamiento en bloques de escasa altura, tanto para las personas en iniciación como para las que están más avanzadas en este deporte.
Único por sus características
Tarrago ha sido la empresa encargada de la construcción del nuevo rocódromo, el cual está dividido en tres espacios; uno el llamado vertical, con 9 metros de altura, 6 vías de escalada y con 54 metros cuadrados de superficie.
Los otros dos espacios son de Boulder, uno situado encima del otro en dos pisos diferentes. En el primero se sitúa la cueva Boulder. Los paneles se encuentran en las paredes y en el techo, y cuenta con una superficie de 186 metros y una longitud para escalar de 34 metros. El segundo espacio Boulder está situado encima del primero y se accede a través de una escalera. En este se ha mantenido la estructura del antiguo rocódromo construido en 1991 en el que destaca el bloque de piedra artificial que imita a caliza y piedra arenisca. Según Tarrago, este rocódromo es único por su distribución en dos plantas de las dos espacios de Boulder. La decoración de la cueva Boulder ha corrido a cargo de Leire Gurrutxaga. El coste total de la renovación ha sido de 50.000 euros.
En lo que se refiere al uso, las personas abonadas al polideportivo Antzizar tendrán el acceso gratuito. Las personas adultas no abonadas deberán de pagar 5,75 euros y los niños y niñas la mitad. Los bonos de 20 entradas tendrán un coste de 60 euros para adultos y 30 para niños y niñas. Para utilizar la instalación habrá que estar federado y los menores de 16 años deberán de estar acompañados de una persona adulta.
