La organización ha tomado la decisión de limitar el número de participantes en el baile ante la aglomeración de personas que se estaba produciendo en los últimos años
Sobre el escenario bailarán 40 personas y alrededor de este un máximo de 300. Las personas participantes llevarán al cuello el pañuelo que se ha creado expresamente para el acto el cual se distribuirá en los ensayos
La bajada de Mari, que da inicio a las fiestas de Loinatz desde 1990, sufrirá cambios en su organización. Afectará sobre todo a quienes tienen que bailar sobre el escenario y en torno a él. Así lo han asegurado en una comparecencia ante los medios la alcaldesa del Ayuntamiento de Beasain, Leire Artola, y representantes del grupo organizativo y de las diferentes asociaciones que participan en la bajada de Mari.
Según la alcaldesa, la bajada de Mari cumple 34 años y se ha convertido en el evento más especial, entrañable, exitoso y multitudinario de las Loinatz jaiak. Este evento, plenamente arraigado en las fiestas, supone el estallido de la fiesta, en el cual se funden la danza, la música, el teatro y la tradición en un único espectáculo. Es una cita infalible para los beasaindarras y especialmente para los más jóvenes. Del mismo modo ha reconocido y puesto en valor la labor de los organizadores y participantes. “La bajada de Mari se ha convertido en un evento lleno de aspectos positivos pero también ha traído consigo otras dificultades que hay que tratar de corregir por lo cual hoy se presentan esas nuevas medidas correctoras”.
Número limitado
En nombre de la Asociación Arrano kultur elkartea, encargada de coordinar el evento, José Ramón Iraola ha explicado las dificultades organizativas que se han dado en los últimos años. “Estábamos convencidos de que el número de personas que bailaban tanto en el estrado como alrededor del mismo era excesivo. Hemos limitado a 40 el número de personas que bailaban alrededor del escenario. Nos hemos reunido un par de veces por la necesidad de limitarlo de alguna manera y este año tomaremos algunas medidas como prueba», ha señalado. La seguridad y la calidad son los criterios principales a juicio de Iraola y deben ser los que garanticen que no se produzcan accidentes por caídas o quemaduras.
Pañuelos de dos colores para los participantes
Naiara Azurmendi, del grupo de danzas Aurtzaka, ha informado de las medidas que se van a tomar. “Los que bailarán tanto sobre el escenario como en torno a éste llevarán pañuelos de distinto color. Será necesario acudir a los ensayos que se han organizado para adquirir estos pañuelos” ha matizado.
Los ensayos tendrán lugar los días 26 de abril y 3 de mayo a las 19:00 horas en el polideportivo Antzizar y el mismo día 10 de mayo a las 20:00 horas en la plaza. Sobre el escenario bailarán 40 dantzaris nacidos en 2007 y alrededor del escenario se repartirá el pañuelo a las y los 300 dantzaris. Los que no consigan un pañuelo, tendrán la oportunidad de bailar junto a la plaza en Kale Nagusia.
Con estas nuevas normas, además de mejorar la calidad del baile y el acto en sí, se espera tener controlados también a las y los dantzaris que entrarán en la plaza. De este modo, se espera mejorar la calidad y espectacularidad del evento que ya de por sí tiene .
Belén Callejo, de Loinatz abesbatza, y Anita Alonso, del grupo de Teatro, añaden que esperan que disminuya el barullo y el ruido que se genera alrededor del escenario, para de este modo se pueda escuchar mejor cantar al coro y atender y entender por parte del público el pregón de la bruja Mari.