Los resultados del radar de velocidad colocado durante dos días en diciembre muestran que el 83,6% de los vehículos circulaba a más de 30km/h, la velocidad máxima permitida
Los puntos donde más se infringe la norma son los dos accesos al municipio en Igartza Oleta y Ezkiaga etorbidea
Beasain es “ciudad 30” desde que entró en vigor el pasado mayo la ley de seguridad vial que reduce el límite de velocidad en núcleos urbanos a 30 km/h. A consecuencia de ello y con el objetivo del actual gobierno municipal de convertir Beasain en un municipio más cómodo, seguro, habitable y adecuado a las necesidades de la ciudadanía, situó durante dos días un radar móvil en distintos lugares del municipio para detectar la velocidad a la que circulaban los vehículos. De los cuatro lugares dos fueron los accesos al municipio, por Igartza Oleta kalea y por Ezkiaga etorbidea.
Durante la campaña el radar detectó 4.019 tránsitos de vehículos de los cuales solamente 660 circulaban por debajo del límite permitido, lo cual supone un 16,4%. Esto significa que el 83,6% de los vehículos detectados superó la velocidad máxima permitida de 30 km/h.
La probabilidad de un peatón, o un ciclista, de fallecer en un accidente crece con la velocidad a la que se produce el impacto con un vehículo. Según varios estudios internacionales de la OMS, y OCDE/ECMT, mientras en un atropello a 30 km/h la probabilidad de heridas mortales es del 10% –es decir, que el 90% de los peatones sobrevive al mismo–, esta probabilidad crece hasta el 80% a solo 50 km/h y roza el 100% a partir del 60 km/h.
Accesos al municipio
Por tanto, los datos recogidos mediante esta campaña resultan preocupantes. La velocidad máxima detectada ha sido 73 km/h (Ezkiaga Pasealekua). Se han captado 3 vehículos por encima de 60 km/h, velocidad a la que un accidente es prácticamente el 100% de las ocasiones mortal. Por lo que se procedió a tramitar las denuncias correspondientes. Especialmente llamativo es que en los accesos al municipio de 2.125 tránsitos únicamente 181 vehículos fueron los que respetaron el límite de velocidad, un 8,5%. En otras palabras, un 91,5% de los mismos infringieron la velocidad máxima permitida.
Radares pedagógicos
El objetivo del consistorio continúa siendo el de concienciar y persuadir a las y los conductores para que circulen por debajo de la velocidad máxima permitida. Por seguridad y responsabilidad, en beneficio de todos y todas, dentro de unas semanas se instalarán dos radares pedagógicos: uno en el acceso de Igartza-Oleta y otro en Ezkiaga Etorbidea, coincidiendo con los puntos donde se ha detectado mayor riesgo para los peatones. Dichos radares detectarán e informarán a la persona conductora de la velocidad a la que circula en tiempo real a través de una pantalla con el fin de persuadirlo para que adecue la velocidad al límite establecido.